11 nov 2010

Usar Ubuntu es ser Punk

El crítico de arte Arthur Danto sostiene que estamos en un momento histórico donde los motores de la producción artística solo consiguen combinar una y otra vez formas conocidas. Danto es el teórico de la ya popular teoría de “está todo inventado!”.

 El contenido artístico se está agotando y la música es un ejemplo claro. Hace cincuenta años una canción podía cambiar el curso de la historia, o al menos el modo de percibirla. Hoy en día la tecnología ha desplazado al arte de este rol.

A pesar de que la tecnología ha sido siempre un eje central en el transcurso de la historia, en general se había limitado a ejercer de medio, de canal de un contenido mucho más valioso. Tanto los estilos musicales como las canciones han marcado la historia del siglo XX. Es imposible imaginar el arrabal rioplatense sin el Tango o entender los años ´20 sin el Charleston. Tampoco tiene mucho sentido la década del ´60 sin el rock&roll, ni los movimientos anti dictatoriales en Sudamérica sin los acordes de Violeta Parra, Spinetta, Chavela Vargas o Caetano Veloso.  A ellos les tocó ser los representantes de un tiempo marcado por la música, un tiempo donde esta era generadora de identidad. La música influenciaba la estética (Hot Stuff), el pensamiento político (God Save the Queen), el religioso (When the saints go marching in) y ni que hablar de los sentimientos (All you need is love).

Las tendencias y estilos musicales eran generadoras de discurso en la vida de las personas. El tipo de música con el que te identificabas representaba tu postura ante el mundo, no tenía el mismo pensamiento una persona que escuchaba El club del clan, otra que escuchaba ABBA,  ni un seguidor de Elliott Smith.

Durante determinada época para mostrar disconformidad con el señor “sistema” había que vestirse de negro y tararear “Should IStay or Should I Go”, hoy en día para expresar la misma disconformidad hay que estar del lado del Software libre. Nuestras banderas ya no son artísticas sino tecnológicas.

Ya hemos deambulado una década por el siglo XXI y musicalmente no hay mucho de qué hablar, a la hora de escuchar música actual es inevitable pensar que tal sonido se parece demasiado a Hendrix o que tal cantante está reinventando a Madonna.

La verdadera novedad de los tiempos que corren es la tecnología. En mi opinión esa es la razón por la que nos identificamos con ella, es la principal característica de nuestra época, de estos últimos diez años. Es a través de las nuevas webs, software, redes sociales, wikis y tecnologías 3D que nuestro pensamiento y forma de ver el mundo llega a lugares nuevos, inexplorados en el pasado. La música y el arte no hay duda de que siguen existiendo y conmoviendo al ser humano, pero pasó de ser el plato principal a un condimento.

El filósofo francés Guy E. Debord en 1967 sentó las bases de lo que sería el mayo francés del ´68, el quiebre de la modernización. En uno de los párrafos de su oba “La sociedad del espectáculo” establecía que: “El espectáculo no quiere llegar a nada más que a sí mismo”.
Ese es mí temor para con los tiempos que corren: olvidar el contenido y naufragar en la novelería.

Skynet

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